Centro de Operaciones de Sanchinarro EMT: “la estación de los récords”
Galileo diseñó y construyó la mayor y más rápida estación de GNV de Europa, equipándola con sus compresores y surtidores.

Antecedentes
El Ayuntamiento de Madrid ha tomado al sector de la movilidad y el transporte como uno de los principales destinatarios de sus iniciativas ambientales, orientadas a alcanzar mejoras significativas en la calidad del aire y en la vida de sus ciudadanos.
En virtud de ello y a partir del 2010, la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) decidió reducir el impacto ambiental de su flota de autobuses mediante el progresivo reemplazo de sus vehículos diesel por modernos modelos impulsados por Gas Natural Vehicular (GNV).
La adopción del GNV tenía por objetivo reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno en unas 54 toneladas, las de particulados en casi 4 toneladas y las de CO2 en alrededor de un 15 a un 20%.
La tecnología de Galileo
El profundo cambio deseado por el Ayuntamiento de Madrid y la EMT también planteaba la necesidad de construir la infraestructura pública necesaria para garantizar el desempeño diario de los nuevos vehículos.
El desafío fue asumido por Galileo junto con su distribuidor en España, HAM. Ambas compañías fueron seleccionadas para equipar y montar la estación de repostaje de GNV del Centro de Operaciones de Sanchinarro de la EMT, ubicado en la zona norte de Madrid.
Inaugurada el 17 de Noviembre de 2010, esta área de servicios diseñada por Galileo es la mayor estación europea de repostaje de GNV y la más rápida a nivel internacional. Estas características le valieron ser distinguida por distintos medios como “la estación de los records”.
Su magnitud se aprecia en los 5 500 metros cuadrados de área de repostaje, divididos en nueve calles de repostado con capacidad para abastecer a un total de 150 a 180 autobuses por hora. Por lo tanto, los 400 autobuses para los que ha sido concebida pueden llenar sus tanques en menos de tres horas y media de operación. Por esta velocidad de carga, Sanchinarro es considerada como la estación de GNV más rápida a nivel mundial.
Cada una de sus nueve calles de repostado está equipada con un compresor paquetizado de GNC Microcore® MSP330 para brindar una capacidad total de compresión de 25 000 metros cúbicos normales por hora (Nm3/h). Gracias a la exclusiva tecnología Common Manifold® de carga directa, esta capacidad de compresión se traduce en la operación simultánea de nueve Surtidores EMB® de caudal ultrarrápido.
El resultado de este conjunto diseñado por Galileo es un tiempo de llenado promedio de aproximadamente 3 minutos por bus o tanque de combustible de 180 metros cúbicos estándar (Sm3) y un mayor tiempo de autonomía por vehículo.
Considerando que los autobuses repostados deben cubrir una extensa área de la ciudad -que abarca los distritos de Barajas, Hortaleza, Fuencarral, Chamartín, Centro, Salamanca, Ciudad Lineal y San Blas- posibilitar su máxima autonomía era uno de las metas del proyecto.
Para lograr este objetivo, cada compresor de GNC Microbox® comprime el gas natural a una presión de hasta 300 bares y reduce su temperatura por debajo de los 15°C mediante la aplicación de la tecnología Coldbox®. Ambos procesos permiten un mayor volumen de carga de GNV por tanque y contribuyen a la rapidez de la operación.
Otro de los objetivos perseguidos era mantener esta estación operable durante 24 horas al día. En tal sentido, un sistema de control central administra la puesta en marcha y la parada de los Microbox®, optimizando sus horas de operación y asegurando un suministro constante de GNV.
Adicionalmente y puesto que la estación de repostaje debía contribuir con la optimización del consumo energético de todo el Centro de Operaciones, los Microbox® poseen un sistema de control inteligente de velocidad, denominado Enersave®. Este sistema de control regula y ajusta la capacidad de compresión de acuerdo a la demanda de GNV esperada. Esto garantiza la disponibilidad del caudal de GNV en el mismo momento en que se lo requiere y, a su vez, el ahorro de energía al reducir el número de arranques y paradas de los equipos.
La eficiencia ambiental de la tecnología Galileo también se evidencia en la instalación de un innovador sistema de recuperación de gases que anula totalmente las emisiones de metano a la atmósfera.
Paralelamente, toda la capacidad de control de la estación, es monitoreada vía internet a través del sistema SCADA (Control Supervisor y Adquisición de Datos) de Galileo. La utilización de esta herramienta facilita los trabajos de supervisión técnica y aumenta la confiabilidad del sistema a partir de un control permanente de la instalación.
Parte de un gran proyecto
Cabe destacar que la estación de repostaje de GNV es parte de un centro de operaciones que ocupa una superficie de 59 000 metros cuadrados y brinda servicios a casi la quinta parte de la flotas de autobuses de la EMT.
Sanchinarro tiene un concepto de operación similar al proceso continuo de una fábrica automotriz y la estación de repostaje de GNV fue diseñada para funcionar según el mismo. Los autobuses son identificados en forma automática al llegar al puesto de servicio y, en forma rápida y eficiente, se les brindan todos los servicios necesarios para su óptimo funcionamiento, tales como llenado de combustible, lubricación, ajuste de presión de neumáticos, aspiración y limpieza.
Integralmente, Sanchinarro pretende ser un ejemplo de sostenibilidad. A las virtudes de la estación de GNV, suma una planta fotovoltaica destinada a la producción de agua caliente sanitaria y una planta de reciclaje para sus propios residuos. Además, cuenta con pantallas acústicas y 3 000 especies vegetales procuran minimizar su impacto en el entorno urbano.
La construcción de este centro de operaciones demandó una inversión de 47 millones de euros. En palabras del Alcalde Alberto Ruiz Gallardón, el objetivo global del proyecto es “situar a Madrid como una de las ciudades más comprometidas con el uso de combustibles alternativos y menos contaminantes”.
La realización de esta obra permitirá «reducir las emisiones de dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno, uno de los mayores problemas de Madrid, y la consecuente emisión de partículas sólidas y de azufre», añadió Pedro Calvo, Concejal de Seguridad y Movilidad. En este sentido, cabe destacar que en el año 2010 la concentración media anual de dióxido de carbono (NO2), medida en distintos puntos de Madrid, superaba el valor de 40 microgramos por metro cubico (μg/m3) indicado por la Directiva 2008/50/CE de la normativa europea de calidad del aire.
Durante su inauguración, el Alcalde Alberto Ruiz Gallardón manifestó en su discurso que “la conversión de la EMT a gas natural y la subsecuente inversión en estaciones de repostaje e infraestructura relacionada tiene mucho sentido, tanto ambientalmente como política y económicamente.”
“Toda política ecológica representa un gasto, pero los ciudadanos entienden que el costo de no implementar una adecuada política ambiental será mayor en el futuro próximo. En España, el precio del diesel continúa incrementándose a una tasa más elevada que el gas natural. Adquirir autobuses impulsados por diesel ya no es justificable para ningún administrador municipal.”
El objetivo del cambio, explicó Gallardón, es "acompañar a Madrid y a sus ciudadanos en su camino hacia un futuro más sostenible, con mayores oportunidades de progreso y con una mayor calidad de vida".
Tecnologías Galileo utilizadas
- 9 Compresores paquetizados de GNC Microcore MSP330 con una capacidad total de compresión de 25.000 Nm3/h.
- 9 Surtidores EMB de caudal ultrarrápido.
- Common Manifold para carga directa y operación simultánea de todos los surtidores.
- Coldbox que aporta mayor volumen de repostaje para una mayor autonomía de los autobuses.
- Enersave: ahorro de energía debido a un reducido número de arranques y paradas de los equipos.
- Galileo DigiHub: sistema SCADA para monitorieo y gestión remota vía internet.
Una estación récord en cifras
La estación de Sanchinarro no solo es la más grande de Europa, con una imponente área de abastecimiento de 5.500 metros cuadrados, sino que también redefine la eficiencia operativa en el repostaje de GNV. Su diseño de nueve carriles garantiza un flujo constante, lo que permite suministrar GNV a 400 autobuses —casi una quinta parte de la flota de Madrid— en menos de tres horas y media.
Este rendimiento la convierte en la estación de GNV más rápida del mundo. Con una capacidad para atender entre 150 y 180 autobuses por hora y un tiempo promedio de carga de solo tres minutos por vehículo, Sanchinarro se consolida como un caso de éxito y un referente global en infraestructura para combustibles limpios.